gracias juan Carlos y Susana!!!!
La payada comenzó on line pero se trasladó al acto de entrega de certificados. Es que Juan Carlos, 80 años y con muchas ganas de superarse, envió una tarjeta virtual a su sobrina y ésta respondió con rimas.
"A mí siempre me gustó la poesía. Especialmente la campera porque yo viví siempre en el campo", cuenta Juan Carlos. Por eso, con botas de gaucho y vestimenta acorde, el martes reprodujeron -con guitarrista incluido- los poemas enviados a través de mails.
"A mí siempre me gustó la poesía. Especialmente la campera porque yo viví siempre en el campo", cuenta Juan Carlos. Por eso, con botas de gaucho y vestimenta acorde, el martes reprodujeron -con guitarrista incluido- los poemas enviados a través de mails.
La primera fue la de la joven que le dijo al tío:
"En esta pascua solemne recibí con emoción
una tarjeta virtual, enviada con mucho amor.
Un tío viejo la envió aunque viejo son los trapos.
A partir de ahora se llama elpaisano.com
Agradecerte es muy poco, felicitarte tal vez
Porque con tus ochenta añitos
Le hacés frente a la Internet
Seguí con tu aprendizaje
Seguí sonriéndole al mundo
Que en este carro vamos todos
Sin detenernos un segundo".
Juan Carlos, lejos de quedarse quieto, respondió a su sobrina:
"Me dejaste anonadado con tu respuesta poética
la mía será sintética, por no estar compenetrado
de este sistema impensado para mí en mi larga vida
que hoy en forma decidida ha integrado en mi quehacer.
Sonriendo me subí al carro y esperando no caerme
con la esperanza de verme bebiendo del mismo jarro
no quiero hacer despilfarro de lo poco que he aprendido
pero en eco a tu pedido en estas coplas lo narro".
En ese momento, la sobrina supo que el tío contaba con un blog, que llevaba el nombre de eleuterio, por lo que decide reenviar:
"Y ahora a quien respondo, esto se ha puesto muy serio
Ud. ya no es más Juan Carlos
ahora se ha puesto Eleuterio
Si de convocar se trata
Internautas a su blog
Promocione con afiches
eleuterio.com".
Juan Carlos, finalmente, responde a su sobrina.
"Tuvimos varias jornadas y nos fuimos ilustrando
siempre algo nos fue quedando de las cosas que explicaba
la ingeniera entusiasmada no nos falló ningún día
a la hora aparecía y ahí en jaque la teníamos
porque a todos le pedíamos y a todos nos contenía.
"Y así nos fueron quedando palabras de computadora
Que no dábamos ni la hora hasta irnos compenetrando
y anduvimos navegando, hasta en Internet estuvimos
El explorer conocimos y fuimos haciendo un juicio
Cuando apretamos inicio luego el enter y ya vimos".
Juan Carlos terminó el curso pero quiere seguir perfeccionándose. "No me va a alcanzar la vida para seguir aprendiendo", asegura.
Unos 65 abuelos recibieron su diploma luego de finalizar el curso de Internet
Cibernautas con certificado y con ganas de superarse
Cibernautas con certificado y con ganas de superarse
Fueron a recibir el certificado del curso de Internet que organizó el PAMI. Terminaron contando experiencias, asegurando que la web les cambió la vida cotidiana y pidiendo más capacitación. Los abuelos cibernautas no descartan un viaje de egresados y dan una enseñanza: contagian energía, buena onda y ganas de superarse.
Estoy tanto en la computadora que mi marido ya me dijo que me va a poner horarios" dice, entre risas, Beatriz. Es Bety para sus compañeros del curso de Internet y habla en voz baja, como los chicos, porque está a punto a empezar el acto de entrega de diplomas que certifican que hay 65 nuevos abuelos que saben manejar computadoras. Todo gracias al curso de Internet que realizaron en forma gratuita a través del PAMI y que permitió que muchos adultos mayores se familiaricen con el .com, el @, el chat y la cámara web. Pero además, permitió que algunos se reencuentren con sus antepasados, otros con amigos de la adolescencia y que muchos puedan hablar y verse con sus hijos y nietos que viven lejos. Ahora van por más. Porque descubrieron que el mundo es mucho más amplio de lo que suponían y navegar les resultó una tarea placentera y no exclusiva de las nuevas generaciones.Lo comprueban Juan Carlos y Rubén, que tienen 80 y 81 años respectivamente y aseguran que Internet les cambió sus vidas. Así de llano y de importante. Ambos tuvieron ganas de aprender y mantienen la energía como para hacer un segundo curso, más avanzado. Mientras tanto Rubén, que logró "no estar aislado del mundo", chatea con sus hijos y nietas que están "re chochas con el abuelo cibernauta", asegura a un paso de obtener su certificado. Los logros son muy valiosos: Bety siente que se le abrieron "un montón de puertas". Ingresó, por ejemplo, al Museo de los Inmigrantes y pudo reunir datos sobre la llegada de su padre a la Argentina. "Hacía rato que había hecho mi árbol genealógico pero saber en qué barco llegó mi padre me causó mucha emoción. Yo había escrito cartas pero me contestaban que no encontraban los datos. Con Internet mandé un mail el 5 de agosto y el 8 ya tenía la contestación. Fue genial. Estuve todo el día conmocionada", recuerda y se le llenan los ojos de lágrimas nuevamente. Es que supo que su padre, que era polaco, zarpó desde Bilbao, en un barco con bandera francesa. "Es raro, pero fue muy reconfortante conocer mi propia historia", dijo. Eso no fue todo. Con su esposo buscaron a un compañero de la secundaria, tan sólo poniendo su apellido en un buscador. "Lo encontramos, nos comunicamos. Esto es genial", asegura una y otra vez. "Mando mails, miro videos de música e incluso de películas. Estoy fas-ci-na-da". Tanto es así que su marido ya le advirtió que tendría que tener un poco de limites en el uso de la computadora. "¡Lo que pasa es que acá hay arrugas, hay canas, pero adentro hay 20 años!", disparó y se llevó los aplausos de sus compañeros de curso.Búsquedas y encuentrosSon las 10,30 de la mañana. Y en el Sum del CECO hay autoridades del PAMI y los alumnos sentados, esperando ansiosos que los nombren para retirar su certificado. Antes, la titular de la delegación local Dra. Adriana Capuano, les recuerda la ansiedad y los temores de aquel momento en que empezaron el curso. Y les cuenta que muchos jubilados que tienen alguna discapacidad física pero intacta la capacidad intelectual aprovecharon los créditos bancarios y se compraron notebooks, "entonces si no pueden caminar bien se llevan la computadora a la cama". "El crecimiento de la expectativa de vida en el mundo ha provocado que los países desarrollados debatan fuertemente políticas para las personas mayores. Lo que no puede dejar de hablarse en esas políticas es la incorporación de la tecnología", destacó Capuano. "Pero lo más importante es que todo esto surge por su propia inquietud. Y les insistimos con que participen, sugieran, protesten. No hay nadie que sepa mejor sus necesidades que ustedes mismos", les dijo. Los abuelos, los profesores y el PAMI ya están pensando en un viaje de egresados para celebrar que se recibieron de cibernautas. Y si bien hay que organizar cada detalle, inmediatamente surgen lugares como Sierra de la Ventana, Tierra Santa o Tandil. Una de las mujeres que se recibió se anima a contar que gracias a Internet encontró a una amiga de la infancia, después de 60 años. "Todavía no nos vimos personalmente pero ya chateamos y nos mandamos mails". La web siempre acorta las distancias. Como en el caso de una abuela que puede hablar y ver a sus nietos que viven en Italia. Y a través de la pequeña cámara, sigue de cerca el crecimiento de sus bisnietas. "Yo dejé de hablar por teléfono, ya no gasto en eso", dice. Para una de las alumnas -son mayoría femenina- el blog era sinónimo de block. "Yo pensaba que el blog era un block de hojas para hacer dibujos. Así que ahora aprendimos también nuevas palabras", dice riéndose y contagiando el buen humor. "¿Saben qué pasa?", confiesa otra de las estudiantes. "Que estamos acostumbrados a que nos digan no toques esto, cuidado con aquello. Pero la computadora nos dio seguridad y logramos que ella dependa de nosotros y no al revés. Nos sentimos como Dios cuando la apagamos".Antonio es otro de los alumnos y se suma a los comentarios positivos sobre la profesora del curso, Mónica Poggi. Le agradece la paciencia y el acompañamiento y todos asienten con la cabeza y le regalan un aplauso.Eva no solo consiguió entretenerse en el curso del PAMI. También conoció a una amiga y afianzó un vínculo que nació entre computadoras, pantallas planas y mouse. "Me hizo muy bien venir a las clases porque me hice de una gran amiga que llegó en un momento muy importante de mi vida". Otra de las alumnas agrega que su relación con la computadora no fue sólo para el chat. También le sirvió para trabajar: ahora hace los pedidos de cosméticos para la firma que trabaja, pero on line. "Ni me muevo de casa", se enorgullece.Para Matilde, de 67 años, hay otro orgullo. Su nieto de 13 años la acompañó a recibir su título de cibernauta. "Vine porque era un día especial para ella", resume el adolescente, que debe compartir la PC de la casa con la abuela con quien vive. La mañana fue especial para todos. Hubo alegría, autoridades que felicitaron y abuelos que dieron cátedra. De Internet y de la vida, que siempre da la posibilidad de seguir aprendiendo.
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